El boomerang de las redes sociales y el 15M

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TRAS LAS ACAMPADAS, LA ORGANIZACIÓN VOLVERÁ A DEPENDER DE LAS REDES SOCIALES
El boomerang de las redes sociales y el 15M

Las redes sociales han demostrado una gran capacidad para coagular una indignación difundida en un movimiento real y activo, pero no resulta todavía claro si es posible usar la red para elaborar el discurso político de este movimiento. Y si es demasiada la dependencia de unas corporaciones multinacionales a las que este movimiento denuncia.

- Redes sociales libres, más seguras y federadas


SIMONE SANTINI ES PROFESOR DE INFORMÁTICA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA
VIERNES 27 DE MAYO DE 2011.  NÚMERO 151

Por un lado es cierto que sin las redes sociales, sin internet, el movimiento no se habría ni reunido ni expandido, por el otro cabe destacar que su identidad política y su organización se han desarrollado hasta ahora a través de unos instrumentos muy "low-tech" de las asambleas y de las comisiones. La situación cambiará cuando la acampada de la Puerta del Sol se disuelva [escribo el martes 24 de Mayo, cuando la acampada todavía sigue].

En ese momento será necesario que el movimiento encuentre otras maneras de debatir y de elaborar su plataforma. La acampada de Sol ha sido un movimiento espontáneo increible, algo nuevo y entusiasmante (como decía mi eslogan favorito: "Lo conseguimos porque no sabíamos que era imposible"). Pero, de alguna manera, ésta ha sido la parte fácil.

Continuar el desarrollo del movimiento en el día a día sin perder el entusiasmo será lo difícil. Que el problema exista es evidente dado el número de asambleas que se han dedicado a la organización "post-acampada" del movimiento.

Las asambleas, claramente, continuarán (las primeras asambleas de barrio se han convocado en Madrid para el sábado 28 de mayo), pero su menor frecuencia y su menor visibilidad harán necesario un papel mucho más activo de las redes sociales, un uso no simplemente comunicativo sino constructivo.

Un papel todavía inédito y probablmente más importante de lo que ya ha sido en esta semana de presencia ’física’ del movimiento. Para todos los activistas de la red se trata de un desafío que abre nuevas posibilidades de desarrollo.

También hay que destacar que las redes sociales, así como están organizadas hoy, juegan un papel de alguna manera ambiguo frente a los movimientos progresistas. No podemos olvidar que la mayoría de las redes sociales se apoyan en sitios web como Facebook o Tuenti, controlados por grandes empresas.

Se trata de organizaciones que representan la misma lógica neoliberista en contra de la cual protestan los manifestantes del 15 de mayo.

Y los recientes escándalos sobre el abuso de datos de usuarios por parte de Facebook y la fabricación de información para dañar a Google demuestra que no se trata de corporaciones al margen del sistema, sino de empresas que encarnan y usan todo el peso del poder económico propio del neoliberalismo.

Hay por tanto una contradicción de base en el uso de las redes sociales por medio de organizaciones progresistas: estamos combatiendo al capitalismo global usando armas en mano del mismo capitalismo global. El sistema del capitalismo global prima la rentabilidad a corto plazo y, por tanto, no duda en proporcionar servicios a movimientos políticamente anticapitalistas.

Pero sería un error leer esta disponibilidad como una vocación al suicidio. El capitalismo ha demostrado ampliamente que sabe como defenderse, y no es claro lo que podría pasar en el momento en que los movimientos progresistas se hagan bastante fuertes como para amenazar la posición económica de empresas como Facebook.

Para que las redes sociales sigan funcionando como coagulante de los movimientos sociales, es imperativo que se cree una red fuera del alcance de las grandes empresas, posiblemente una red social de tipo peer-to-peer, sin servidores centrales y, por tanto, sin puntos vulnerables. 

En los años ’60 la red internet se diseñó como un sistema distribuido sin centro de control para que resistiera a posibles desrtucciones parciales en caso de guerra. Se trata de una característica notable, que hoy podemos aprovechar para resistir a los ataques legales, políticos y económicos que nos esperan. Se trata de una tarea tecnológica, cierto.

Pero en este momento el desarrollo de esto tipo de red es quizás la ayuda más importante que la tecnología puede ofrecer al cambio político.

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5 Mensajes del foro

  • 29 de mayo 09:42, por CC

    Además de esos dos aspectos claves que apunta: 1) qué hacer para que exista una continuidad que fortalezca y sea constructiva y, 2), lo de crear un sistema distribuido sin centro de control; además o junto a éste último, está el asunto de articular tanta dispersión existente y el tema de crear una red social de izquierdas, una que incluya la izq. desde todas sus facetas y expresiones, omnímoda, completa, desde servicios y actividades de profesionales de izq., pasando por medios de comunicación, encuentros, foros, wikis, grupos, etc., etc., crear un ecosistema de las izquierdas, que le de vida, en el que se pueda desarrollar, crecer y desenvolverse de manera integral. Incidiendo, en una primera etapa, en el aspecto comunicativo multicanal de manera especial.

    Por otra parte he oído algo sobre el control que pretenden concretar en el encuentro del e-G8 sobre la red ¿qué sabéis?

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  • 29 de mayo 15:54, por Mili
    Desde Sol y gracias a la ayuda de diferentes personas y amigos, se ha creado una red social propia: https://n-1.cc/ Este trabajo se ha hehco justamente porque creemos en la importancia de las redes para la puesta en común de ideas y el llamamiento a la movilización, pero no queremos seguir utilizando las web 2.0 comerciales debido a que forman parte de un modelo de negocio que nosotros no compartimos.

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  • 29 de mayo 15:57, por Oscar

    Creo que no has acertado en tu clasificacion de las manifestaciones como anticapitalistas o antisistema... pues justamente no lo son, todo lo contrario, son neocapitalistas y neosistema. No quieren destruir el sistema capitalista, lo que quieren es un cambio que nos proteja de los abusos y el enriquecimiento desmesurado de las mismas a costa nuestra. 

    Como comentas, FB ha usado su informacion para beneficiar a unas empresas... y eso es lo que se protesta. Se ha dejado claro en muchos manifiesto que no son antisistema, pero si antisistema actual, y lo que se pide es un neosistema mas transparente, menos corrupto, y mas implicado con las necesidades ciudadanas. Y su cointuinidad... pues como bien dices, una vez cerradas las acampadas sera mas complicado que se les oiga, y eso deribara en una plataforma, que acabara siendo un partido politico en las proximas elecciones generales... y entonces sabremos si todo esto habra merecido la pena...

    Un saludo.

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  • 29 de mayo 17:01, por Oscar
    En mi opinión, los dueños de las redes sociales seguirán permitiendo estos movimientos (posible excepción: Microsoft) porque su mentalidad es mucho más flexible que la de los plutócratas tradicionales. Son muy conscientes de que estos movimientos necesitan grandes masas de simpatizantes, las mismas que no seguirán un cambio radical o revolucionario sino uno reformista, y ven posibilidades de seguir medrando a caballo de ese escenario de futuro.

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    • El boomerang de las redes sociales y el 15M 30 de mayo 21:02, porEspartaka
      Oscar, entiendo tu crítica al supuesto reformismo del movimiento 15-M. 
      Pero, más allá de nuestros posicionamientos políticos ante el sistema y/o sus herramientas comunicativas, hay algo objetivo e importante: Que el 15-M ha atraído a mucha gente que no se siente representada por los partidos políticos, los sindicatos oficialistas y asociaciones ciudadanas de diversa índole; gente que, de este modo, ha podido salir de su aislamiento, sentirse comunidad, darse cuenta de que puede organizarse autónoma y solidariamente para protestar por los demanes del sistema y plantear alternativas. 
      Creo que sólo por esto vale la pena el movimiento 15-M, con reformismo incluido. Quienes luchamos contra la dictadura lo hicimos por instaurar una "democracia real", no la de cartón piedra que ahora tenemos; luchamos (y algunos se dejaron la vida en ello aunque no hay asociaciones de víctimas del terrorismo de estado que las recuerden) por que la Transición fuese realmente un proceso constituyente, libre e igualitario, y no el chalaneo de trastienda en que lo conviertieron el PSOE y el PC aliados con las fuerzas franquistas. Hemos estado durante 30 años con la mordaza en la boca y las manos atadas; últimamente, con el caramelo de Internet y las redes sociales, creyendo que podíamos cambiar el mundo con un "click" sin quitarnos el pijama. 
      Yo tampoco tenía mucha esperanza en que la manifestación del 15-M, a la que asistí, fuese un éxito de participación como lo fue. Pero, habría pasado desapercibida, como tantas otras, si la acampada de Sol no hubiese hecho posible ese salto tan necesario desde la red a la calle, y desde la calle a la organización de los indignados en el espacio real, en el que verdaderamente molestamos e incordiamos a los poderes establecidos, donde verdaderamente damos miedo. 
      Este es el valor del movimiento 15-M en una coyuntura -no lo olvidemos- en que los movimientos sociales estaban en retroceso. Hay que ser muy sectario -y no es alusión personal- para no darse cuenta del paso adelante que acabamos de dar.

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