La burla de una concursante de «GH» desata la ira de los gallegos
Pocas veces las palabras de un concursante de un reality televisivo han causado tanta crispación y malestar en la sociedad. Ha ocurrido durante Gran Hermano 12 y su protagonista, una coruñesa llamada Marta López se ha ganado por méritos propios el título de persona non grata en Galicia.
El vídeo en el que realiza comentarios despectivos sobre los gallegoparlantes y su percepción de esta comunidad, se extiende como la pólvora en blogs y redes sociales. Cientos de personas expresan su indignación con esta chica que parece tener graves problemas de identidad lingüística, a pesar de que su acento no puede obviar su origen gallego.
Entre las perlas y teorías sociolingüisticas que Marta comparte durante una conversación a su compañera de reality, podemos rescatar algunas como: «allí, muy poquita gente habla gallego», «A la gente de fuera le suele gustar nuestro acento y, sin embargo, nosotros oímos el acento y nos avergonzamos» o «El gallego bruto, el feo, por decirlo de alguna forma, que yo no digo que sea feo pero, lo que se ve así tal es el gallego que utiliza la gheada y el seseo (...) Ese gallego está todavía más metido a la gente todavía más ignorante».
Mención aparte merecen sus comentarios sobre la gente de Lugo, donde Marta trabajó un tiempo como camarera: «En Lugo los jóvenes hablan gallego en un 80%» y con un acento «muy bruto, muy brusco», «Yo, muchas veces no los entiendo porque hablan muy rápido, muy cerrado».
Por último, la concursante relata sus problemas con el idioma a través de una experiencia personal, cuando conoció a un chico que le gustaba y le dio «un bajón al saber que hablaba en gallego». «Tiene pasado, sé que va a sonar fuerte, pero es la realidad que se vive y no voy a ser hipócrita; que hay muchas chicas que, si un chico les gusta pero habla en gallego..., ¿lo pierde todo? -pregunta su compañera-». Y ella asiente.
El resultado, un vídeo que supera ya la cien mil visitas, varias decenas de grupos y páginas en Facebook, todo tipo de fotomontajes y miles de comentarios en blogs y foros denunciando galegofobia. La polémica está servida.