La Independencia del Ciberespacio
Hace 15 años, John Perry Barlow publicó esta declaración, un mensaje profético que resuena hoy en día mas fuerte que nunca.
John Perry Barlow
El intento de las autoridades para reprimir la disidencia al desconectar los servicios de Internet en Egipto no fue suficiente para impedir que los activistas egipcios en línea dieran la difusión del mensaje [de Al Jazeera]
El poder de los gobiernos derivan del consentimiento de los gobernados.
Mi han pedido ni recibido el nuestro.
Nosotros no le invitamos. No nos conocéis, ni conocéis nuestro mundo.
El ciberespacio no está dentro de sus fronteras.
No pretendan construirlo como si se tratara de otro de sus proyectos públicos.
No se puede.
No han participado en nuestra gran conversación colectiva, ni creasteis la riqueza de nuestros mercados.
No conocéis nuestra cultura, nuestra ética, o los códigos no escritos que se utilizan en nuestra comunidad.
Ustedes dicen que hay problemas entre nosotros que necesitáis resolver.
Donde haya verdaderos conflictos, donde haya errores, los identificaremos y resolveremos por nuestros medios.
Este gobierno se creará según las condiciones de nuestro mundo, no el tuyo.
Se basan en la materia, y aquí ella no existe. Nuestras identidades no tienen cuerpo, así que, a diferencia de ustedes, no podemos ser aquí coaccionados físicamente.
Creemos que desde la ética y el bien común, nuestro gobierno surgirá.
Nuestras identidades pueden traspasar muchas de sus jurisdicciones.
Pero no podemos aceptar las soluciones que están ustedes tratando de imponer.

En 1969se graduó en “religión comparada” en la Universidad Wesleyana de Middletown (Connecticut).
Es co-fundador de la Electronic Frontier Foundation junto con otros dos activistas de los derechos digitales, John Gilmore y Mitch Kapor.
Actualmente es vicepresidente de la Fundación.
Fue presidente del Partido Republicano de Sublette County (Wyoming) y miembro de la Academia Internacional de las Artes y Ciencias Digitales.
Sus obras incluyen “Declaración de Independencia del Ciberespacio” y “La economía de las ideas”.
MERCE MOLIST 15/09/2005
John Perry Barlow es un auténtico cowboy del ciberespacio. Nacido en Wyoming hace 58 años, ranchero retirado, es una eminencia de la Red. Cofundó la Electronic Frontier Foundation (EFF) y escribió la Declaración de independencia del ciberespacio. Fue pionero en las guerras del copyright y escribió canciones para la banda Grateful Dead, que ya practicaba la música libre en los años setenta.
“Buena parte de las obras anteriores al siglo XX están bajo copyright y no las quieren liberar. Será una pérdida terrible”
“Los virus y el ‘correo basura’ invitan a que los gobiernos hagan leyes fuertes, a escala planetaria, que llevan a la represión”
Pregunta. En las luchas del copyright, los activistas hacen hincapié en la necesidad de cambiar las leyes de propiedad intelectual. En cambio, en la revolución del software libre, nadie dijo a las empresas informáticas que cambiasen, se creó otra cosa. ¿Por qué la cultura libre no sigue este camino?
Respuesta. Porque toda la cultura es naturalmente libre. Un amigo hizo un documental en el que mostraba cómo los medios redirigen la atención del público de las cosas importantes a las triviales, y usó imágenes que eran propiedad de cadenas de televisión. No pidió permiso y estoy de acuerdo; es mejor pedir perdón después que pedir permiso antes. No preguntes: hazlo.
P. ¿Eso no es robar?
R. ¿Quién está robando? Robar es cuando coges algo material a alguien. ¿Quieres hacer algo útil? Busca todo lo que te guste, lo que consideres valioso, digitalízalo y ponlo en la Red. Buena parte de las obras anteriores al siglo XX están bajo copyright y no las quieren liberar. Será una pérdida terrible. Mi responsabilidad como buen antepasado me pide que digitalice todo lo que pueda.
P. Primero fue el software libre; ahora, la cultura libre. ¿Y después, todo libre?
R. No. Debe haber un sentido profundo de lo que está bien y mal, para saber cuándo parar. Cuanta menos responsabilidad y ética haya en una comunidad, menos libertad habrá porque causará un desplome social y alguien querrá imponer el control. Espero que en Internet mantengamos los sistemas de autocorrección. Sólo los virus y el correo basura no van por este camino: invitan a que los gobiernos hagan leyes fuertes, a escala planetaria, que llevan a la represión.
P. El terrorismo está provocando la retención de datos en Internet. ¿Es ésta la forma de luchar contra el terrorismo?
R. No. La mejor forma es el viejo trabajo policial y, sobre todo, entender por qué la gente hace esto. Los sistemas usan el terrorismo como excusa para crear opresión y control. No tendríamos que responder con opresión, sino con coraje.
P. ¿Hay alguna forma de evitar la retención de datos?
R. Desarrollar tecnologías que permitan a la gente comunicarse sin vigilancia: correo electrónico, chat e IP anónimos. Y no tener miedo.
P. En 1996, escribió la Declaración de independencia del ciberespacio, en la que instaba a los gobiernos y la industria a no controlar la Red.
R. Sigo pensando lo mismo. En 10 años hemos ido muy bien sin su intervención y podemos seguir así.
P. En los años noventa, la lucha por los ciberderechos abarcaba un amplio abanico: privacidad, censura, acceso a Internet… Hoy, sólo hay movimiento en el campo delsoftware libre y las luchas del copyright. ¿Qué pasa?
R. Que Internet es un espacio muy complejo y requiere especialización. Nos hemos metido más en los detalles, donde hay mucho trabajo, aunque en general las cosas han mejorado. Hace años, yo era una de las dos únicas personas del mundo que luchaba por estos asuntos. Ahora hay cientos.
P. Asistimos a una gran confrontación, no sólo por el copyright, también la censura de la Red en China, el control de la información…
R. No es una confrontación. Si no existiese el odio, el amor no tendría sentido.
P. ¿Cómo deben afrontar los activistas de Internet esta dualidad?
R. Estando un nivel por encima. En los tiempos del movimiento beatnik, Neal Cassidy y unos amigos iban a una manifestación pacifista. Pararon en un bar de negros y vieron que a un chico le golpeaban con tacos de billar. Neal les preguntó: “¿Alguien quiere chicle?” Rompió la situación. Esto es lo que necesitamos: salir de la confrontación, hacer lo que no esperan que hagamos. Antes que atacarles y discutir, es mejor decir: tenéis razón, esto es un problema. Resolvámoslo juntos.
¿Somos en internet mucho mas inocentes?
En una conversación con John Perry Barlow, el autor de la Declaración de Independencia del Ciberespacio y de La Economía de la Ideas, le pregunté su opinión sobre la esperanza de cambio a mejor que podría suponer la tecnología digital combinada con la red para África. John me contestó algo sorprendente: “Yo paso mucho tiempo en África –me dijo-, ya es muy raro encontrar en África un lugar donde no haya un cibercafé. Internet ya esta allí. Los lentos principios para una ciberconomía están creciendo muy rápido en África, comenzando por la criminalidad, que es la forma en que las nuevas economías habitualmente comienzan”. ¿Donde queda entonces la esperanza para África con la red? –le dije-. “Al final resulta que los criminales descubren que la mejor forma de ganar dinero es legalmente, pero primero han de tener los instrumentos, la educación y los contactos” –me respondió-.
Esta conversación viene al caso para comentar un estudio sobre la ciberdelincuencia que ha realizado y acaba de presentar un importante psicólogo, el profesor Clive Hollin de la Universidad de Leicester en el Reino Unido, con la empresa de seguridad informática McAfee, en el que describe cómo en las actuales fórmulas de engaño, los ciberdelincuentes están explotando nuestras vulnerabilidades psicológicas más profundas. Acostumbrados desde siempre a actuar en el mundo físico, aun nos cuesta mucho poseer una verdadera alfabetización sobre el mundo virtual y conseguir desenvolvernos con soltura en esta combinación de lo físico y virtual en que nos esta tocando vivir.
Tal como afirma Barlow, los ciberdelincuentes se han anticipado a nuestra destrezas y ya están utilizando en la red astutas técnicas como asumir una identidad que genere confianza, o proponer sugerencias amables dirigidas hacia emociones humanas como el miedo, la inseguridad o la avaricia.
Un ejemplo de estas prácticas es el “Phishing”, un término informático que denomina el uso de un tipo de ingeniería social caracterizado por intentar adquirir información confidencial de forma fraudulenta (como puede ser una contraseña o información detallada sobre tarjetas de crédito u otra información bancaria). El estafador, mas conocido como ‘phisher’ simula ser comunicarse como miembro de una empresa de confianza en una comunicación electrónica corporativa que normalmente es una comunicación por correo electrónico, mensajería instantánea y combinado a veces con llamadas telefónicas peronales.
El citado estudio revela cómo los ciberdelincuentes, cada vez más, utilizan tretas psicológicas para reconducir nuestro comportamiento y persuadirnos de que abramos los archivos adjuntos, cliqueemos en un enlace o, lo mas frecuente, introduzcamos nuestros datos personales. Así, ellos obtienen nuestra información personal y los datos de nuestras cuentas bancarias on-line. Según respondamos a la información y a qué rasgos humanos afecte, los ciberdelincuentes pueden manipular nuestras acciones cuando navegamos por Internet. Un ejemplo incluido en el informe describe cómo, con frecuencia, el usuario llevado por su curiosidad puede sucumbir al engaño al usuario y esto suponer un beneficio inesperado para los ciberdelincuentes.
Una conclusión interesante del estudio destaca que, contrariamente a lo que la gente cree, no son los inexpertos las únicas víctimas de los timos por Internet. De hecho, el volumen de éstas indica que los ciberdelincuentes consiguen atrapar a toda clase de usuarios. No parecería a priori tan difícil utilizar el sentido común con que actuamos en el mundo físico.
¿Acaso somos en internet mucho mas inocentes que en la vida real?
Sábado, octubre 6th, 2007