Libias hay muchas

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22/03/2011 - D. MARTÍN

Libias hay muchas
  • Congo, Costa de Marfil o Sudán son lugares en los que el horror campa a sus anchas y la comunidad internacional no actúa

La intervención en Libia puede plantear una pregunta. ¿Por qué la ONU apoya la lucha contra el régimen de este país y no se atreve con gobiernos autoritarios como el de China?

Las razones humanitarias (Gadafi ha bombardeado a su pueblo desde el aire) son la motivación fundamental de la intervención de los aliados en Libia. Un país en el que el pueblo se ha alzado contra el tirano que los gobernaba y ha conseguido hacerse con enclaves estratégicos (lo que marca algunas diferencias básicas con respecto a otros puntos del globo).

Tiranos y guerras hay en muchos rincones del planeta, pero en muy pocos decide intervenir la ONU de forma tan contundente, lo que aparentemente propicia que el horror siga campando a sus anchas.

Congo es claro ejemplo de ello. En este país africano se viola, mata y tortura cada día. Ya han muerto más personas como consecuencia del conflicto que lo asola que durante la Segunda Guerra Mundial. La ONU tiene casi 20.000 soldadosdesplegados sobre el terreno y trata de mediar de forma infructuosa entre las partes. Pero su único éxito ha sido mediático (y tristemente). En 2008 la misión en el Congo se hizofamosa porque sus soldados intercambiaban favores sexuales por comida.

Sudán es un caso similar. Desde 2005 está sumido en un guerra civil salpicada por otros conflictos territoriales y raciales. El objetivo de la ONU aquí ha sido siempre la asistencia humanitaria y la promoción de los derechos humanos. Palabras que quedan en nada cuando los crímenes de guerra se siguen produciendo de forma impune y la ayuda no llega donde debe.

También existe Birmania, ese rincón asiático gobernado por una dictadura que reprime a minorías y opositores con especial dureza. Ni siquiera la ONU fue capaz de entrar con facilidad en el país tras el ciclón que azotó el país hace unos años. Miembros de la organización fueron expulsados incluso cuando lo único que querían era llevar ayuda a los damnificados. Impensable, pues, entrar con un pelotón de soldados.

Costa de Marfil y su guerra civil a punto de germinar es un ejemplo más cercano informativamente. Hace unos meses el presidente Gbagbo se negó a abandonar el poder tras perder las elecciones y sus partidarios comenzaron a matar.10.000 soldados de la ONU tratan de contener a las dos partes del conflicto, pero cada día y cada gota de sangre añadida al conflicto nos hacen más conscientes de que esos soldados serán rebasados y comenará la enésima guerra civil en África.

¿Y qué hay de regímenes autoritarios como Arabia Saudí o Bielorrusia? La actuación de la ONU en ambos lugarestambién se ha limitado a las palabras. Mientras los tiranos siguen torturando y matando impunemente aunque, a diferencia de Libia, nadie se ha alzado en armas para combatir contra sus opresores.

Esta lista podría alargarse mucho más, pero finalmente mencionaré China, el gigante asiático. País donde la libertad brilla por su ausencia. Potencia nuclearCon derecho a veto en la ONU. Con semejante descripción cualquier lector comprende por qué no se ayuda a uno de los pueblos más numerosos del planeta, condenado a mantener en constante funcionamiento la potente fábrica comunista en unas condiciones a menudo infrahumanas.

Sin duda muchos son los lugares en los que, desde un punto de vista ideal, debería intervenir la ONU. Pero para eso necesitaría millones de soldados preferiblemente inmortales, recursos inagotables e invulnerabilidad total. Algo de lo que carecerá siempre.

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