No es solo austeridad, Alberto Garzón
No es solo austeridad, Alberto Garzón
28/ noviembre/ 2011 – 14:12El inminente diputado Alberto Garzón lleva un par de días envuelto en una extraña polémica. Quizá la primera de su flamante carrera como cargo público electo. Esto es interesantísimo: de lo que le está pasando trata, en parte, la política del futuro.
La cosa va de si los diputados de Izquierda Unida deben o no aceptar el famoso kit tecnológico que entrega el Congreso a sus señorías. El debate se centra en un iPad y un iPhone, que Garzón parece haber aceptado, no sin dilemas.
Aclaro que no soy de los que defiende que los políticos deban ser pobres ni, como he leído en algunas contracríticas, tratando de ridiculizar las críticas, que deban ir al Congreso en mono o llevarse de casa la silla de la cocina para no sentarse en cómodos sillones. Esta exageración especiosa no cuela ni desarma algunas -pocas- peticiones razonadas de austeridad. Me parece bien que tengan un buen sueldo -que los diputados de IU ceden en gran parte a su organización- y buenas herramientas de trabajo: un móvil y un portátil de última generación me parecen de cajón.
Lo digo porque hay quienes, directamente, critican que IU acepte ambos aparatos por su alto coste. El propio Garzón lo ha criticado como un gasto ineficiente y la organización criticó el concurso de adjudicación del Congreso. No me parece exagerado que 350 diputados tengan teléfono móvil y portátil a costa del contribuyente (si lo usan, si lo usan ellos y si lo usan bien, claro). Tampoco me parece obligatorio, así que algunos grupos parlamentarios, especialmente después de haber aumentado su representación, podrían haber optado, así sea como simple gesto, por costear sus propios móviles y/o portátiles.
Diría que IU puede conseguir 11 smartphones y 11 portátiles o tabletas decentes y que podría hacerlo de manera rápida, creativa, ejemplar, legal y a mínimo coste. No faltaría quien hablase rápido de populismo o del chocolate del loro, pero estas críticas pierden valor día a día, cuanto peor están las arcas públicas.
No es, insisto, un mero problema de despilfarro público -que también-. Parece que estamos, más bien, ante un novedoso problema de ética tecnológica, complicado, parece, por el simbolismo de los gestos: Apple es el mal.
Garzón, con acierto, recuerda un texto de Fernández Liria en el que se habla del coltán y de la imposibilidad de mancharse de sangre cada vez que usas un móvil. La consecuencia de un purismo extremista en la ética tecnológica sería una especie de neoulidismo paralizante. ¿Cabe imaginar cómo deberíamos actuar si evaluásemos todas las consecuencias éticas, por lejos que caigan, que se derivan de cada uno de nuestros gestos?
El problemón, como el del ciempiés de la fábula, paralizado por la rana que le pregunta qué pie mueve primero, es abrumador, inabarcable más bien. Y lo peor es que deja el camino libre a quienes prescinden de la ética en sus tomas de decisiones.
IU y Garzón tendrán que mancharse las manos con la sangre del coltán para plantar cara a estos últimos. Hay, no obstante, formas menos sucias de usar el sucio coltán. IU defiende una: el software libre. Si no hay impedimentos técnicos insalvables para usar software libre en el Congreso, IU tiene muy pocas excusas para no predicar con el ejemplo (la única que se me ocurre es que le resbalen muchísimo falacias como el tu quoque que acabo de cascar). Incluso si IU tuviese serios problemas para usar software libre el Congreso, debería intentarlo -batallas más perdidas ha librado con mucha dignidad-. Podría, de paso, hacer de sus problemas, virtud y campaña.
Puede que hoy sea solo un gesto, un símbolo. El propio Garzón deseaba esta mañana que todo el malestar ciudadano se debiese a problemas de este tipo. Por maquiavélica estrategia, haría mal en ignorarlo, pero, ojo, como político haría muy mal en despreciarlo porque, cada vez más, este tipo de conflictos irán perdiendo su caracter simbólico y ganando peso económico, cultural, industrial y, en definitiva, etico y político.
Lo bueno, para Garzón e IU es que este debate se esté centrando en los diputados de IU y, en concreto, en Garzón. Creo que es un privilegio o un mérito de la coalición que los ciudadanos sean con ellos más exigentes que con el resto de fuerzas políticas. Esto es algo que dice mucho de las expectativas que genera entre sus simpatizantes y, también, entre sus detractores. Depende de IU saber aprovechar y honrar ese capital ético que se le presupone.
http://blogs.tercerainformacion.es/millares/2011/11/28/no-es-solo-austeridad-alberto-garzon/