El secuestro de la soberanía popular europea: modus operandi
El secuestro de la soberanía popular europea: modus operandi
Muchos ciudadanos indignados han despertado del letargo y han comenzado a percibir que alguien les roba, les secuestra su poder de decisión y les asfixia sus derechos laborales. Intentan buscar las causas, los culpables del crimen, el arma homicida y el procedimiento utilizado para perpetrar la agresión, pero un manto de confusión parece cubrir la investigación del delito, haciéndola penosamente difícil.
Es nuestra intención ayudar al lector interesado en estas necesarias pesquisas, proceso indispensable para entender qué nos está pasando y cuáles son las vias de solución.
El punto de partida de este paseo por la realidad es la comprensión del hecho de que sin democracia económica no puede haber democracia política real, como bien nos ha explicado en varias ocasiones el economista Juan Torres.
Pero … ¿estamos realmente faltos de democracia económica? y en caso de que la respuesta sea afirmativa ¿cómo han conseguido privar a la gente del derecho de decisión sobre los asuntos económicos que nos afectan colectivamente?.
La explicación a todo este complicado rompecabezas debe buscarse en el control exclusivo del flujo financiero por parte de la banca privada, única vía autorizada en Europa para suministrar financiación destinada a emprender cualquier tipo de proyecto económico, sea público o privado.
Efectivamente; en el artículo 123.1 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea puede leerse:
“Queda prohibida la autorización de descubiertos o la concesión de cualquier otro tipo de créditos por el Banco Central Europeo y por los bancos centrales de los Estados miembros, denominados en lo sucesivo «bancos centrales nacionales», en favor de instituciones, órganos u organis mos de la Unión, Gobiernos centrales, autoridades regionales o locales u otras autoridades públicas, organismos de Derecho público o empresas públicas de los Estados miembros, así como la adqui sición directa a los mismos de instrumentos de deuda por el Banco Central Europeo o los bancos centrales nacionales”.
Una claúsula de este tipo supone en la práctica una entrega total de la soberanía económica de los pueblos y los ciudadanos en manos de una mafia criminal, extremadamente reducida, llamada banca privada.
Significa que la totalidad del crédito para realizar inversiones públicas, debe fluir, con su correspondiente derecho absoluto de control político, a través de bancos privados y especuladores que cobrarán el correspondiente interés por ello.
Estos mismos bancos, además, se autogarantizan de camino el apoyo incondicional de los tesoros públicos para su rescate en caso de quiebra (como está pasando) ya que, por ley, ellos son los únicos agentes autorizados a suministrar crédito a empresas, familias e incluso a las propias instituciones públicas de gobierno.
Se produce así la circunstancia grotesca de que las haciendas públicas deben entregar obligatoriamente dinero a los bancos en quiebra para que estos vuelvan a prestárnoslo, a un interés muchos más alto.
Algo así equivale a un acta de rendición, sin condiciones, de los pueblos de Europa en favor de los cárteles especuladores y del terrorismo financiero, algo parecido a lo que le hicieron firmar al emperador del Japón tras arrojar dos bombas nucleares contra su país en 1945.
En nuestro caso esta rendición se ha conseguido gracias al colaboracionismo infame de nuestros dirigentes políticos con los exterminadores de derechos, emulando la actuación del mariscal Petain con los nazis en la Francia de Vichy.
Podrá alegarse ¿Pero qué pasa con las instituciones públicas de crédito, como el ICO en España?. Hay que saber que los créditos limitados que pudieran proporcionar estas entidades deben ser gestionados también por bancos privados (en el estado español fundamentalmente BBVA y Santander) y que son estas propios corporaciones privadas las que deciden si otrogárselo al cliente (generalmente una empresa) o no, utilizando los criterios y sistemas de verificación de solvencia que estimen oportunos.
Con el control legal sobre el 100% del flujo crediticio … ¿Qué más le da a los bancos y a los especuladores europeos el partido político que gane las elecciones?.
Tenemos encima un problema grave y solo las masas ciudadanas europeas, indignadas y conscientes, podrán solucionarlo mediante la convocatoria de nuevos procesos constituyentes, en ámbitos locales, nacionales e internacionales.