Zapatero: cautivo y desflorado, refuerza su insignificancia.
Zapatero: cautivo y desflorado, refuerza su insignificancia.
Cautivo en sus propias trampas, Zapatero, con gran llanto y rechinar de dientes no ha tenido más remedio que hacer todo lo contrario de lo que dijo que iba a hacer, ya dan igual las escusas que esgrima para justificar tal cambio, porque su credibilidad está bajo mínimos, su programa político diluido como un azucarillo, y su imagen política evaporada.
La última flor que contenía el programa socialista con el que concurrió a las últimas elecciones, la ha marchitado.
Me refiero al alargamiento de la vida de las centrales nucleares más de cuarenta años. Hace tan sólo dos años a los que pedíamos esto mismo se nos acusó de todo.
Lástima que no sea más decido y no de luz verde a la construcción de dos centrales nucleares de tercera generación, que nos vendrían de perilla dentro de diez años cuando entremos en la senda del crecimiento económico decente.
Cautivo de sus trampas, desflorado el programa político socialista, sin política exterior, contestado dentro de sus propias filas, aislado de una realidad a la que nunca quiso mirar de frente, desautorizado en la gobernanza del país, desacreditado en las esferas internacionales, y son su sustituto apunto de ser engullido por tramposo, refuerza la insignificancia en la que se a convertido la figura de José Luis Rodríguez Zapatero.