Economía de Yemen está al borde del colapso
Economía de Yemen está al borde del colapso
El efecto más visible es la disminución del suministro de productos petroleros después de que un grupo de hombres armados de tribus del sur destruyera un oleoducto en abril, que hace perder al país entre 300 y 400 millones de dólares mensuales
La economía de Yemen, el país más pobre de la Península Arábiga, está al borde del colapso después de cuatro meses de manifestaciones contra el régimen y una crisis política que no tiene visos de solución rápida, estiman los economistas.
Las protestas paralizan la actividad económica en todo el país, aumentan el déficit presupuestario e ahuyentan la ayuda exterior, según los economistas.
El efecto más visible es la disminución del suministro de productos petroleros después de que un grupo de hombres armados de tribus del sur destruyera un oleoducto en abril, que hace perder al país entre 300 y 400 millones de dólares mensuales.
Antes de la crisis, Yemen exportaba diariamente 105.000 barriles de petróleo de los 280.000 barriles que producía.
De todas formas, la rebelión chiita en el norte, las demandas separatistas en el sur y la amenaza de Al Qaida en el este habían dejado ya gravemente tocada a la economía.
Ahora, los automovilistas hacen fila en las gasolineras durante horas mientras se multiplican los cortes de electricidad y de agua.
Según los economistas, el déficit presupuestario alcanzará este año entre 4.000 y 5.300 millones de dólares, muy superior a los 1.500 millones proyectados.
"La situación actual ha amplificado la crisis económica, que anuncia el desmoronamiento del conjunto de la economía del país en el futuro cercano", dice el experto económico Mustafá Nasr. En la realidad, "los sectores económicos importantes están parados", agrega.
La crisis económica era una de las razones por las que los yemeníes se echaron a la calle. Cerca del 40% de los 23 millones de habitantes del país vive con menos de 2 dólares al día y un tercio padece malnutrición, según los organismo económicos internacionales.
Las protestas paralizan la actividad económica en todo el país, aumentan el déficit presupuestario e ahuyentan la ayuda exterior, según los economistas.
El efecto más visible es la disminución del suministro de productos petroleros después de que un grupo de hombres armados de tribus del sur destruyera un oleoducto en abril, que hace perder al país entre 300 y 400 millones de dólares mensuales.
Antes de la crisis, Yemen exportaba diariamente 105.000 barriles de petróleo de los 280.000 barriles que producía.
De todas formas, la rebelión chiita en el norte, las demandas separatistas en el sur y la amenaza de Al Qaida en el este habían dejado ya gravemente tocada a la economía.
Ahora, los automovilistas hacen fila en las gasolineras durante horas mientras se multiplican los cortes de electricidad y de agua.
Según los economistas, el déficit presupuestario alcanzará este año entre 4.000 y 5.300 millones de dólares, muy superior a los 1.500 millones proyectados.
"La situación actual ha amplificado la crisis económica, que anuncia el desmoronamiento del conjunto de la economía del país en el futuro cercano", dice el experto económico Mustafá Nasr. En la realidad, "los sectores económicos importantes están parados", agrega.
La crisis económica era una de las razones por las que los yemeníes se echaron a la calle. Cerca del 40% de los 23 millones de habitantes del país vive con menos de 2 dólares al día y un tercio padece malnutrición, según los organismo económicos internacionales.
AFP