¿Quién puede asegurarnos que el BBVA o el Banco Santander estén mejor que Dexia?
J. M. Álvarez
Dexia, grupo financiero franco-belga era, hasta hace bien poco, el primer banco de Bélgica y estaba entre las 100 compañías más potentes del mundo. Las consecuencias de los desmanes capitalistas lo enviaron al infierno... y a que el pueblo pague, de nuevo, su rescate para que otros sigan robando.
En julio, Dexia Banca Bélgica pasó los tests de estrés, a los que son sometidos, para engañarnos, las entidades financieras europeas de la zona euro. El resultado determinó que era un banco fuerte, sobretodo si consideramos que ya fuera rescatado en 2008, y no necesitaba más capital.
Por si acaso, el Gobierno español se ha apresurado a decir que los riesgos de Dexia no están presentes en los bancos españoles. ¿Y cómo nos garantizan que eso sea cierto? ¿Quizás con esos tests que pregonan que el Santander o el BBVA gozan de tan buena salud como la que tenía Dexia hace sólo dos meses?
Hoy el valor de Dexia Banca Bélgica es cero patatero, y el valor del capitalismo, como sistema que pueda mantenerse en pie, inferior a cero.
Dexia, grupo financiero franco-belga era, hasta hace bien poco, el primer banco de Bélgica y estaba entre las 100 compañías más potentes del mundo. Las consecuencias de los desmanes capitalistas lo enviaron al infierno... y a que el pueblo pague, de nuevo, su rescate para que otros sigan robando.
En julio, Dexia Banca Bélgica pasó los tests de estrés, a los que son sometidos, para engañarnos, las entidades financieras europeas de la zona euro. El resultado determinó que era un banco fuerte, sobretodo si consideramos que ya fuera rescatado en 2008, y no necesitaba más capital.
Por si acaso, el Gobierno español se ha apresurado a decir que los riesgos de Dexia no están presentes en los bancos españoles. ¿Y cómo nos garantizan que eso sea cierto? ¿Quizás con esos tests que pregonan que el Santander o el BBVA gozan de tan buena salud como la que tenía Dexia hace sólo dos meses?
Hoy el valor de Dexia Banca Bélgica es cero patatero, y el valor del capitalismo, como sistema que pueda mantenerse en pie, inferior a cero.
fuente ARGENPRESS